Parapente adaptado

Este Otoño la Clínica de Neurorehabilitación ha organizado una salida con sus pacientes, sus pacientes más atrevidos.

Un sábado de madrugada, mal desayunados y con los ojos medio abiertos, nos juntamos delante de la Clínica de Neurorehabilitación en Sant Cugat del Vallés, para ir en coche a Áger, para hacer nuestra actividad.

Lo que nos esperaba no era cualquier actividad, era un salto en parapente, cosa que los pacientes de la clínica no acostumbran a hacer. Aguardamos con muchas ganas y rezando para que las condiciones meteorológicas nos ayudasen, principalmente el viento.

Después de que la actividad había sido cancelada una vez por el mal tiempo, esta vez nada nos impediría hacerla, y así fue. Por el camino ya empezamos a tener calor, paramos para tomar café y cuando llegamos a Áger, cerca de dos horas después solo pensábamos en subir a la montaña para estar más fresquitos y sentir el viento.

Subimos a la furgoneta que nos llevadó a la montaña, subiendo, subiendo, subiendo y en el horizonte podíamos ver los Pirineos con las primeras nieves en su cima. Mientras apreciábamos el paisaje, increíble, empezábamos a estar nerviosos, el viento soplaba muy fuerte y empezamos a notar frío por eso nos abrigamos, con abrigos de nieve, guantes y casco.

Entre chistes y fotos nos llaman por nuestros nombres y se hizo el silencio, notamos las risas muy nerviosas. Y luego fue todo tan rápido…en segundos ya estábamos a miles de metros del suelo con nuestros monitores disfrutando de una sensación increíble.

La sensación de volar, de sentir que no tocas en nada, ver los buitres como vuelan cerca, y la sensación de placidez mientras llegas al suelo.