Valoración y tratamiento de la sensibilidad en el paciente neurológico

La falta sensibilidad en las alteraciones neurológicas, ictus, traumatismo cráneo encefálico, lesión medular o en enfermedades neurodegenerativas como esclerosis múltiple o párkinson, es frecuente.

Las alteraciones sensitivas que presentan los pacientes, se relacionan con las capacidades físicas y tienen un impacto negativo en la realización de tareas de la vida diaria. Por ejemplo, va a ser difícil que un paciente transfiera bien el peso sobre una pierna que no siente mientras camina.

De modo que la valoración sensitiva es una parte esencial de la valoración clínica, la percepción que tiene el paciente de su cuerpo será un aspecto clave a tener en cuenta en la planificación del tratamiento. En la Clínica de Neurorehabilitación, utilizamos medidas cuantitativas y precisas para valorar la habilidad sensitiva del paciente, a su vez estas escalas nos proporcionan posteriormente información sobre la efectividad del tratamiento.

Las escalas con mayor utilidad clínica son:

  • Versión Erasmus modified Nottingham Sensory Assessment (EmNSA) que valora sensibilidad táctil, discmiminación y cinestesia (información de la posición de las diferentes partes del cuerpo en el espacio)
  • Sección sensitiva de la Fugl – Meyer Assessment (FMA) que valora sensibilidad táctil y cinestesia.

Sin embargo en la valoración de la sensibilidad no debemos omitir el resto de capacidades sensitivas que permiten al paciente comunicarse con el entorno:

  • Sensibilidad térmica,
  • Palestesia (vibratoria),
  • Barestesia (presión),
  • Barognosia (peso y consistencia),
  • Grafestesia (reconocimiento de trazos),
  • Esterognosia (reconocimiento de objetos, lo que implica normalmente exploración activa).

Para completar la valoración, realizamos una estesiografía: distribución cutánea de la pérdida de sensibilidad. El objetivo es determinar el punto en el que el paciente comienza a percibir una sensación, para dibujar en la piel el límite del área de déficit sensitivo. Lo que permite una cuantificación del área afectada.

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En el tratamiento los terapeutas utilizan los receptores sensitivos para estimular el sistema nervioso del paciente. Según Bettina Paeth “movemos lo que sentimos, sentimos lo que movemos”. Una persona que percibe con claridad su cuerpo va a moverlo más y mejor.

En función de las necesidades del paciente, podemos enfocar las sesiones en mejorar la percepción para favorecer el movimiento o en pedir movimiento para lograr percibir.

Por otro lado, hay que tener en cuenta que los estímulos naturales con los que las personas suelen entrar en contacto, son complejos, pocas veces percibimos un solo tipo de sensibilidad. Es por ello que en nuestros tratamientos utilizamos elementos cuotidianos para realizar los ejercicios, en combinación con ejercicios sensitivos más simplificados, como por ejemplo:

  • distinguir entre vibrado y tocado mediante uso de diapasón
  • reconocimiento de esponjas con distintas densidades
  • reconocimiento de peso

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  • identificación de objetos

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Un comentario en “Valoración y tratamiento de la sensibilidad en el paciente neurológico

  1. Buenos días Laura,
    Muy interesante el artículo.
    Soy fisioterapeuta y trabajo con personas con daño cerebral adquirido. Me gustaría saber si existe la versión en español de la escala de valoración de sensibilidad Erasmus modified Nottingham Sensory Assessment (EmNSA). si es así, me la podrías facilitar?
    Muchas gracias, un saludo

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