Calzado para el pie neurológico

En qué me fijo

Cuando un paciente llega a la consulta caminando, mis ojos suelen irse hacia sus pies, y una de las conversaciones que tengo con los pacientes en los primeros días es sobre el tipo de calzado que utilizan.

Las 3 premisas más importantes para mi serían las siguientes:

  • Zapato con forma de pie: El pie humano se caracteriza por ser más ancho en la punta que en el talón. De modo que el calzado que se utiliza debería tener forma de pie, y no ser el pie el que se adapta a la forma del calzado. Son numerosas las imágenes que corren por las redes que no dejan lugar a la duda.

                                                                   Imagen de @barfussfreaks

  • Suela dura pero flexible: Una suela blanda absorbe gran parte de información, privando al sistema nervioso de un amplio rango de sensaciones. Por otro lado, necesitamos una suela flexible que permita que el pie pueda adaptarse a los cambios que presenta el entorno y a las irregularidades del terreno. Si la suela es rígida, no permite al pie realizar la flexión de metatarsofalángicas.

          Neus @ neusmoya.podologa lo explica muy bien en este video.                            https://www.instagram.com/p/CPf3207qW_4/?utm_source=ig_web_copy_link

  • Drop 0 o lo que es lo mismo, zapato plano: Suela sin desnivel entre la punta y el talón. Nada de un par de centímetros que si no, me duele la espalda… habrá que ver qué provoca este dolor y seguro que podemos mejorar estas dolencias en las sesiones de fisioterapia. Lo que está claro es que todas las personas son capaces de caminar con “zapato plano”. Cuando llevamos un poco de tacón hay más inestabilidad en la articulación tibiotarsiana, la distribución del peso recae en mayor medida en la punta del pie, con lo que si hay algún dolor en la zona de los dedos se va a ver agravado por el calzado. Hay que decir que el calzado deportivo también suele llevar desnivel entre la punta y el talón. No nos dejemos engañar.

Autonomía

Una vez expuestos mis consejos, la principal queja de los pacientes suele ser, “con lo que me ha costado encontrar estos zapatos con velcro que puedo ponerme yo solo”. Entendido, no es fácil ponerse un zapato con una mano si has tenido un Ictus, menos aún si tienes que colocar una férula previamente y la autonomía es algo a lo que siempre debemos dar prioridad. Pero existen alternativas a los zapatos con velcro. Estos que os enseño en la imagen son mis nuevos zapatos (por supuesto con suela flexible, parte delantera ancha y drop 0), son como un guante, se adaptan al pie, de modo que los cordones están para dar un extra de sujeción, pero podrían ser elásticos.

Otra alternativa es aprender a atar los cordones con una mano como veis que hace nuestra paciente en el siguiente video.

https://www.youtube.com/watch?v=fenGIdXwbKs

También existen elementos que ayudan a dar tensión a los cordones y que se pueden ajustar con una mano, como el que veis en la foto.

De modo que alternativas las hay, solo hay que encontrar la opción más cómoda para cada persona. No dar prioridad a la estetica y cuidar nuestros pies como se merecen.

Laura Arévalo. Fisioterapeuta. Colegiada 6892