Heminegligencia

¿Qué es la heminegligencia?

La heminegligencia es un síndrome atencional en el que la persona ignora o deja de atender a la información de la región del espacio contrario en el que ha sufrido una lesión, consecuencia de un daño cerebral. Esto se debe a que hay dificultades para informar, responder u orientarse a cualquier tipo de estímulo presentado en el lado opuesto de esta (Yasuda et al., 2018).

¿Cómo afecta a las personas?

Se trata de un trastorno relativamente frecuente que se presenta habitualmente con una falta de conciencia del problema, con lo que se relaciona con mayores dificultades para la recuperación funcional. Afecta de manera muy importante al funcionamiento cotidiano de los pacientes para realizar actividades básicas de la vida diaria. Algunos ejemplos de actividades que se encuentran afectadas son:

  • Higiene personal: peinar, afeitar, maquillar un lado de la cara. Lo mismo al cepillarse los dientes.
  • Ducha: enjabonarse o secarse un lado del cuerpo.
  • Vestido: tener dificultades para colocar una prenda con relación al cuerpo o ponerse la prenda solo en un lado del cuerpo.
  • Alimentación: coger la comida de una mitad del plato y no encontrar aquellos elementos que estén en el lado afectado.

¿Cómo podemos rehabilitar la heminegligencia?

  • Ejercicios de rastreo visual como, por ejemplo, tareas de cancelación y selección. Pueden ser ejercicios de lápiz y papel o bien distintos juegos atencionales.
  • Trabajar la rotación de tronco para facilitar el escaneo visual.
  • Terapia de espejo.
  • Recordar al paciente que atienda al lado afectado.
  • Visualización de vídeos con objetos en movimiento para entrenar el seguimiento ocular.
  • Realidad virtual.

Sugerencias para hacer en casa:

  • Intentar hacer consciente al familiar de la dificultad que presenta para atender a su lado afecto.
  • Colocarse y hablar con la persona siempre en su lado afecto.
  • Ver videos con objetos que se muevan de un lado a otro, para fomentar el movimiento de los ojos para los dos lados.
  • Colocar en el brazo afecto algún objeto, como una pulsera o un reloj.

Isabel Pérez

Neuropsicóloga