Tratamiento del pié en fisioterapia neurológica

El pié, es una zona del cuerpo de extrema importancia. Es visto como la base que sustenta todo nuestro cuerpo cuando estamos de pié o cuando caminamos y una alteración en uno o ambos pies induce a alteraciones del control postural, o sea, equilibrio y consecuentemente en la marcha.
En el paciente neurológico, Esclerosis Múltiple, Ataxia de Friedreich, ictus, entre otras patologías del sistema nervioso, es frecuente encontrar alteraciones del pié, como por ejemplo:

  • Alteraciones estructurales: pérdida del arco plantar, dedos en garra, etc.
  • Hipertonia o Espasticidad: pié en equino o equino-varo
  • Hipotonia: pié plano
  • Inestabilidad articular
  • Sensibilidad: hiperreflexia, hipoestesia, etc

Al presentar alteraciones del pié el paciente puede experimentar la reducción de las reacciones de equilibrio, conocida como estrategia de equilibrio del tobillo, y por lo tanto ver su equilibrio comprometido. Es conocido que para mejorar el reclutamiento de estas reacciones de equilibrio tan necesarias a la postura de pié, es recomendable realizar un trabajo de preparación estructural como:

  • Liberación de amplitudes o rangos articulares, muchas veces limitados por la espasticidad y frecuentemente denominado de pié equino;
  • Reclutamiento muscular y su potenciación, sobretodo en la musculatura elevadora del pié;
  • Inervación recíproca y coordinación entre grupos musculares del pié,
  • Entre otros

La preparación del pié como base de apoyo y sustentación del cuerpo incluye también un abordaje sensitivo, o sea, mejorar la sensibilidad del complejo articular del pié. El pié contacto con el suelo y por lo tanto debe presentar el tacto o capacidad táctil conservada. La cinestesia, propiocepción o sensibilidad profunda también crucial al equilibrio y marcha. En todo el momento debemos poder identificar el peso que soporta nuestras articulaciones de los pié y compararlas entre ellas para saber si estamos mas o menos inclinados a un lado o a otro, delante o atrás.
Por último, la carga. El complejo articular tobillo-pié está compuesto de articulaciones grandes y fuertes, capaces de recibir y aguantar el peso corporal. Sin embargo no se trata solo de que las articulaciones aguanten el peso si no que el sistema muscular sea capaz de mantenerlas alineadas de forma a garantizar nuestro equilibrio en cualquier situación (dentro y fuera de casa, descalzo o con zapatos, parado o en movimiento, con luz o con poca luz, etc.).
Como podéis ver, desde la fisioterapia tenemos muchas herramientas para poder trabajar el pié y mejorar el equilibrio, sea reduciendo la espasticidad y pié equino, potenciando la musculatura que levanta el pié o mejorando su percepción sensitiva.
Próximamente hablaremos de cómo se comporta el pié en la marcha y como la fisioterapia puede ayudar los pacientes con patologías o enfermedades neurológicas.