ESPASTICIDAD

Tras sufrir un Ictus la persona presenta secuelas que afectan en su vida diaria. Una de ellas es la espasticidad que puede afectar a los músculos de la mitad del cuerpo afectado. Se manifiesta como un aumento del tono de los músculos, que impide su relajación y limita la movilidad de las articulaciones. En el brazo lo más común es tener el brazo pegado al cuerpo con el codo en flexión, muñeca doblada y mano cerrada.

El músculo espástico se caracteriza por tener dificultad para relajarse, reaccionar con un aumento de tono delante de un estiramiento y a veces con presencia de clonus (contracciones involuntarias repetitivas y rítmicas).

Desde la rehabilitación se puede influir en la espasticidad con tratamiento farmacológico o con fisioterapia y terapia ocupacional.

A nivel médico se puede inyectar la toxina botulínica que influye en la placa motora del músculo (lugar de conexión entre el nervio y el músculo) disminuyendo la transmisión de información del nervio al músculo y por lo tanto disminuyendo parcialmente la actividad del músculo.

Des de la fisioterapia y la terapia ocupacional podemos influir en el músculo espástico realizando estiramientos suaves, masajes, movilizando las fascias (tejido que recubre las fibras musculares) , mejorando la sensibilidad del brazo y aumentando el uso en las actividades de la vida diaria. También es muy importante enseñar como podemos cuidar al brazo para ayudar a relajar y mejorar la movilidad y la sensibilidad.

Aquí os dejamos unos pequeños consejos y ejercicios que os ayudaran a disminuir la tensión, prevenir retracciones y mejorar la sensibilidad:

    

  1. Enlazar los dedos abriendo bien la mano y estimulando con un suave masaje la zona entre los dedos.

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  3. Una vez enlazadas las manos dejando los brazos encima la mesa relajados movilizar el tronco pasando de posición erguida a posición relajada.

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  5. Colocar los codos encima la mesa y realizar movimientos suaves de codo llevando las manos hacia la cabeza.

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  7. Con los codos doblados girar el antebrazo de manera que ponemos la palma de la mano hacia arriba y hacia abajo.

Cuidados de la mano:

1. Limpiar cada dia la mano con la mano no afectada y secar bien sobretodo entre los dedos . Podemos aprovechar el agua para realizar estímulo de temperatura combinando agua fría con agua caliente.

2. Estimular el dorso y la palma de la mano con una toalla seca o otras texturas que sean agradables y no provoquen dolor.

3. Realizar un suave masaje con crema hidratante en mano y antebrazo.

Aunque la mano no pueda realizar movimientos es importante intentar realizar actividades con el brazo afectado como abrir o cerrar interruptores, empujar una puerta, llevar una pieza de ropa o una bolsa con asas colgada del codo, también podemos aprovechar la ducha para activar el brazo colocando un guante de ducha en la mano afectada y limpiarnos el brazo no afectado.

Por parte del terapeuta es muy importante proponer y practicar los ejercicios o actividades para valorar posibles adaptaciones según el nivel de control del brazo afectado.