La rehabilitación neuropsicológica es aquella que se centra en el tratamiento de las alteraciones que afectan a cualquier dominio cognitivo: atención, memoria, procesos perceptivo-motores, funciones ejecutivas (planificación, inhibición, memoria de trabajo, etc.), emoción y conducta. El funcionamiento cognitivo puede verse alterado por diferentes causas, siendo una de estas el Daño Cerebral Adquirido (DCA). Cuando hablamos de DCA, nos referimos a una lesión súbita en el cerebro que había tenido un desarrollo normal hasta el momento. Este puede ser debido a diferentes causas: ictus o accidentes cerebrovasculares, traumatismos craneoencefálicos, tumores cerebrales, infecciones, anoxia, etc. Sea cual sea la causa, el DCA tiene como consecuencia principal la perdida de funciones previamente desarrolladas. Estas pérdidas pueden ser físicas, cognitivas y emocionales provocando, en la mayoría de los casos, una pérdida de la independencia funcional.
La rehabilitación neuropsicológica, tal como se ha mencionado anteriormente, es la que se centra en la mejoría de las funciones cognitivas, conductuales y emocionales. Los déficits cognitivos pueden ir de más leves, donde, por ejemplo, la persona solamente nota una pequeña dificultad a la hora de realizar tareas, como despistes, lentitud u olvidos leves; o, en casos más graves, donde la persona es incapaz de recordar lo que ha hecho esa mañana, seguir el hilo de una conversación o de prepararse el desayuno. También puede ocurrir que la familia perciba que la persona ha cambiado, que ya no es el mismo de antes; y que el paciente no se dé cuenta de sus dificultades.
Es importante realizar una evaluación neuropsicológica completa para poder determinar las funciones dañadas o alteradas, así como aquellas que se encuentran preservadas, ya que estas últimas serán la base del proceso rehabilitador. También se debe tener en cuenta como era antes la persona, sus gustos y aficiones, para que el proceso sea lo máximo de motivador posible y con objetivos significativos para él o ella. La finalidad de todo esto es conseguir que la persona sea el máximo de funcional en su día a día. Esto se realiza tanto con el paciente como con la familia, dándoles información sobre las dificultades del familiar, orientación, pautas y soporte emocional; entre muchas otras.
Finalmente, cabe destacar que en todo el proceso de rehabilitación es necesario trabajar de forma interdisciplinar ya que, tal como se ha comentado al principio, las alteraciones que persisten después de un DCA son de diferente índole, exigiendo la participación conjunta y coordinada de un equipo de diferentes profesionales.
Gilma Acosta Llopart
Neuropsicóloga