El trastorno del movimiento funcional

¿Qué es este trastorno del movimiento?

El trastorno funcional del movimiento, también conocido como trastorno del movimiento psicógeno, es una afección neurológica caracterizada por la presencia de movimientos anormales, debilidad o alteraciones en la coordinación motora sin una base orgánica evidente. Aunque los síntomas parecen ser de origen neurológico, no están relacionados con lesiones estructurales o disfunciones en el sistema nervioso central o periférico.

 

¿Cuál es el papel de la fisioterapia en estos casos?

La fisioterapia juega un papel crucial en el abordaje y tratamiento de este trastorno. El foco de la fisioterapia está en la rehabilitación funcional y la mejora de la calidad de vida de los pacientes que padecen este trastorno. Uno de los principales objetivos de la fisioterapia es ayudar al paciente a recuperar la funcionalidad y reintegrarse a sus actividades diarias.

El tratamiento fisioterapéutico del trastorno funcional del movimiento incluye una combinación de técnicas y enfoques. En primer lugar, se realiza una evaluación integral para comprender la naturaleza y el alcance de los síntomas del paciente. Esto permite diseñar un plan de tratamiento personalizado y adaptado a las necesidades individuales de cada persona.

Las técnicas de fisioterapia utilizadas pueden incluir ejercicios de rehabilitación específicos para mejorar la coordinación, la fuerza y ​​el equilibrio. Estos ejercicios están diseñados para ayudar al paciente a controlar y mejorar los movimientos anormales. Además, se pueden utilizar técnicas de reeducación sensorial y propioceptiva para mejorar la percepción y coordinación corporal.

La sociedad Española de Neurología SEN, ha publicado un manual para el diagnóstico y tratamiento del trastorno del movimiento funcional. Podéis consultarlo en el siguiente enlace.

El trabajo multidisciplinar

El trabajo en equipo es fundamental en el tratamiento del trastorno funcional del movimiento. Los fisioterapeutas colaboran estrechamente con otros profesionales sanitarios, como psicólogos y neurólogos, para garantizar un enfoque integral y multidisciplinar. La terapia cognitivo-conductual también puede ser una parte integral del tratamiento, abordando los aspectos emocionales y psicológicos que pueden contribuir a la manifestación de los síntomas.

En conclusión, la fisioterapia juega un papel vital en el tratamiento del trastorno funcional del movimiento al ayudar a los pacientes a mejorar la funcionalidad y la calidad de vida a través de un enfoque multidisciplinario que involucra ejercicios específicos, técnicas de rehabilitación y una estrecha colaboración con otros profesionales de la salud. Este enfoque integral es esencial para lograr resultados positivos y facilitar la reintegración de los pacientes a sus actividades diarias.