Ejercicio físico terapéutico

Ejercicio físico terapéutico en pacientes con alteraciones neurológicas

Tras padecer un daño cerebral, una lesión medular o padecer una enfermedad neurodegenerativa se afectan principalmente las capacidades motrices para realizar movimientos voluntarios y desarrollarse en las actividades de la vida diaria de manera autónoma.
La inmovilidad e inactividad causan pérdida de la masa muscular, aumento de la grasa corporal, limitación de la movilidad articular y reducción de la densidad mineral ósea.

La actividad física

Se define como todo movimiento corporal que se produce mediante la contracción del músculo esquelético y que aumenta sustancialmente el gasto de energía. Con el objetivo de mantener la postura, deambular, realizar las actividades de la vida diaria  y actividades ocupacionales. Dentro de la fisioterapia y la terapia ocupacional se utiliza la actividad física para mejorar estas capacidades y mejorar la calidad de vida.
El entrenamiento con ejercicios físicos se define como un régimen planificado, estructurado de ejercicios físicos regulares, realizados para mejorar uno o más componentes del estado físico.
Datos epidemiológicos afirman que la actividad física reduce la ocurrencia de ictus, cardiopatía isquémica, diabetes mellitus, hipertensión arterial, osteoporosis y cáncer. Mejora, además, la calidad de vida y el deficiente estado físico en los ancianos.
Existen evidencias que demuestran la capacidad adaptativa del sistema nervioso, función que se potencia cuando los pacientes son sometidos a ejercicios físicos. Tal y como explicamos en esta entrada.
La práctica del ejercicio mejora la marcha, el equilibrio y el control motriz. Mejora la movilidad, se reduce el riesgo de caídas y fracturas, disminuye la discapacidad y aumenta la calidad de vida. El mejoramiento de la función cardiorrespiratoria reduce la recurrencia de ictus y previene las alteraciones cardiovasculares.

¿Cómo lo hacemos?

El beneficio de la práctica del ejercicio terapéutico no solo se valora en la etapa aguda, donde la capacidad de cambios neuroplásticos está aumentada, sino también en las fases crónicas (pasados los 6 meses) dónde es básico el mantenimiento de las capacidades funcionales y el progreso en ciertos aspectos como la marcha y el equilibrio.
En la Clínica de Neurorehabilitación incluimos el ejercicio terapéutico en nuestras terapias con actividades como la cinta de marcha, la bicicleta estática, la práctica de escaleras y tabla de ejercicios en diferentes posiciones según las capacidades del paciente (supino, decúbito lateral, sedestación, bipedestación). Estos ejercicios se practican en la terapia y se recomienda la repetición diaria en el domicilio para garantizar la intensidad de tratamiento.

Silvia Puig

Fisioterapeuta y Terapeuta Ocupacional

REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS
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